El 30 de noviembre de 2018, mientras Antonio se encontraba en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, específicamente en la Sala de Embarque N° 16 de la zona de salidas nacionales, a fin de abordar un vuelo de LATAM, escuchó sonidos, risas y burlas que provenían de un grupo de personas que se encontraban sentadas en la misma zona y se percató de que lo hacían cada vez que él pasaba caminando frente a ellos. Aunque Antonio no los identificó en ese momento, se trataba de los miembros del grupo musical Zaperoko.
Luego de ello, se dirigió a comprar una botella de agua y, al retornar a la sala, escuchó, nuevamente, los sonidos iniciales, acompañados de fuertes risas, burlas homofóbicas y gritos exagerados que provenían del mismo grupo de personas. En ese momento, pudo notar que uno de los integrantes de la orquesta Zaperoko se encontraba parado parodiando sus movimientos de forma burlona y exagerada, y era apoyado con burlas y risas ruidosas por los demás integrantes y el dueño de la orquesta musical.
Cada vez que Antonio pasaba por dicha zona, el mencionado integrante se burlaba de él a través de sonidos escandalosos de contenido homofóbico y el resto lo acompañaba con risas. En un inicio, Antonio prefirió ignorar esta situación; no obstante, al percatarse de que el primero estaba nuevamente parodiando sus movimientos de manera homofóbica y exagerada, burlándose de su expresión de género -específicamente su forma de caminar- y orientación sexual, decidió grabarlos con su teléfono celular.
Posteriormente, Antonio destapó la botella de agua que tenía, comenzó a beber el contenido, y los gritos y las risas volvieron y se intensificaron, añadiendo sonidos y burlas de contenido sexual, incluso ruidos obscenos que se asemejaban a gemidos. El mismo sujeto empezó a gritar: “tómatelo todo, así como te gusta”, mientras que el dueño y los demás integrantes de la orquesta compartían la burla, se reían de la situación y aumentaban el escarnio homofóbico. A pesar de no conocerlo, habían identificado a Antonio como un hombre homosexual y esa percepción generaba sus agresiones en público y de manera grupal.
Debido a eso, Antonio volvió a grabar mientras que el mismo integrante se burlaba de su orientación sexual y expresión de género, y profería gritos como “sao” y otras expresiones de ese tipo. Luego, Antonio decidió encararlo, increparle su actuar y pedirle que parara; sin embargo, este integrante le respondió diciendo que él también era gay y que, por eso, no veía inconveniente en sus actos. Ante esto, sus compañeros comenzaron a reír para minimizar sus reclamos y continuar con la burla.
En ese momento, el dueño de la orquesta le dijo a dicho integrante: “negro, si tú también eres cabro”, lo cual desató la risa y burla de todos los integrantes nuevamente. Antonio, luego de increparles su actuar y señalarles el carácter homofóbico de sus burlas, decidió alejarse. Las risas siguieron en el proceso de abordaje e incluso dentro del avión, pues compartieron el mismo vuelo.
Pese a que estos actos fueron realizados de forma pública, en presencia de las personas que se encontraban en la sala de embarque, y del personal de LATAM y del aeropuerto, nadie se acercó o intervino para auxiliarlo de alguna manera frente a estas agresiones y actitudes discriminatorias referentes a la orientación sexual de Antonio, basadas en su expresión de género.
Las acciones legales iniciadas por Antonio, acompañado por Promsex, buscan combatir la impunidad en la que suelen mantenerse los actos de discriminación y acoso contra las personas a causa de su orientación sexual o expresión de género, sean reales o percibidas. Aunado a ello, se busca obtener medidas que eviten que este tipo de agresiones se repitan contra usuarios y usuarias del aeropuerto.
Asimismo, se exige una reparación integral del daño que le fue causado a Antonio, tanto en su salud mental como en su proyecto de vida.
Antonio, con acompañamiento legal de Promsex, inició las siguientes acciones:
Antonio, acompañado por Promsex, logró: